miércoles, 19 de octubre de 2011

[lecturayformacion] Ante el 23/10 -Necesitamos un proyecto popular y emancipador

 


From: Ariel Parajon <arielparajon@hotmail.com>
Sender: Catedra_Matellanes@gruposyahoo.com.ar
Date: Wed, 19 Oct 2011 10:25:32 -0300
ReplyTo: Catedra_Matellanes@gruposyahoo.com.ar
Subject: [Catedra_Matellanes] Necesitamos un proyecto popular y emancipador

 

Ante un triunfo del kirchnerismo el próximo 23 de octubre

Necesitamos un proyecto popular y emancipador


Las organizaciones que firmamos esta declaración creemos que el importante porcentaje de votos alcanzado por Cristina Fernández en las primarias del 14 de Agosto, así como la muy pobre elección realizada por los representantes de la más rancia derecha argentina abren un nuevo escenario político en el país. El Gobierno Nacional ha logrado mostrar un alto consentimiento respecto de sus principales políticas, así como también la fortaleza relativa del sistema político, tan cuestionado diez años atrás. Los resultados también develan la incapacidad que han tenido los sectores más conservadores para poner en pie un proyecto que exprese sus intereses corporativos y sea respaldado por amplios sectores de nuestra sociedad.


Quienes militamos día a día por la construcción de poder popular y soñamos con un país de plena dignidad humana, soberano, justo y sin opresiones de ningún tipo, compartimos las aspiraciones de mucha gente de nuestro pueblo que votó al oficialismo como una manera de rechazar cualquier vuelta al pasado y esperando que se avance en la resolución efectiva de los más acuciantes problemas sociales.


Sin embargo, entendemos que lo que hace falta no es "profundizar el modelo", sino poner en discusión sus pilares fundamentales. Consideramos imposible avanzar en una sociedad más justa si sostenemos un modelo económico basado en los agronegocios, la primarización de la economía, la dependencia de las materias primas y una industria cuyo fin es la realización de ganancias extraordinarias para algunas multinacionales y las grandes empresas locales. Pensamos que no vamos a alcanzar la vida que queremos sin terminar con el saqueo y la contaminación y sin recuperar nuestros recursos estratégicos. Creemos que es imposible acercarnos a la sociedad que queremos sin modificar la estructura tributaria regresiva que castiga al pueblo y no a los ricos, y que deja sin gravar la renta financiera. Estamos convencidos de que con trabajo precario y flexibilizado, y sin democracia sindical, no construimos el país al que aspiramos. Tampoco podemos avanzar en ese sentido si no refundamos el sistema público de salud, construimos una educación liberadora y desterramos el problema de la vivienda.


Revertir estos aspectos centrales del actual modelo es lo que debería guiar a un gobierno con voluntad de transformación social. No creemos que sea ésta la vocación del gobierno actual, más allá de valorar las medidas que representan avances para los intereses populares y que retoman algunas de sus luchas históricas, como lo fueron la estatización de las AFJP, la Asignación Universal por Hijo o la ley de medios. Desde este lugar reafirmamos que no compartimos el proyecto político kirchnerista y creemos que debe ser superado poniendo en pie una alternativa verdaderamente popular, exigiendo y reivindicando una salida propia de los movimientos populares.


Frente al kirchnerismo, aparte de la oposición netamente de derecha, encontramos también el FAP, cuyo referente y candidato Hermes Binner aparece como la "novedad" de la elección. Sabemos que hay compañeros y compañeras del campo popular que se encuentran aportando a esta experiencia o tienen expectativas en este espacio y reconocemos la honestidad y el recorrido de lucha y militante de muchos de ellos. Sin embargo, creemos que de ninguna manera Binner y el Partido Socialista puedan representar una alternativa popular de gobierno. Por el contrario, son públicas varias de sus posiciones políticas en la que coincide con la derecha y su propia experiencia de gestión en Santa Fe –donde ha demostrado una sintonía evidente con los sectores más beneficiados por los agronegocios- sirve como ejemplo. Consideramos que Binner no pretende llevar adelante un programa de los sectores populares y que no representa una opción frente al gobierno sino que amenaza con reeditar la triste experiencia de la Alianza.


Por otro lado, tras las elecciones del 14 de agosto, Proyecto SUR no superó a nivel nacional la instancia de las primarias, aunque sí presenta candidaturas de compañeros del campo popular para diputados en algunos distritos. El FIT, por su parte, sí podrá presentar candidatos en todos los niveles de la elección. Con estos sectores, con los que compartimos diversos terrenos de militancia, nos separan importantes diferencias y nuestro proyecto político choca muchas veces con sus posiciones. Sin embargo, en estas elecciones apostamos a que el ingreso de luchadores populares al Congreso o a las legislaturas provinciales contribuya a dar la pelea por concretar toda una serie de demandas que nosotros también impulsamos, entre ellas el reclamo por el 82% móvil, el aumento del salario mínimo, el combate contra el trabajo precario y tercerizado, y es por eso que valoramos la posibilidad de que estas fuerzas puedan llegar a expresarse en el poder legislativo.


Las organizaciones que firmamos esta declaración queremos resaltar en este contexto la necesidad de los movimientos populares de elaborar nuestro propio proyecto de país. El kirchnerismo y el FAP comparten la característica de contar entre sus integrantes con movimientos sociales y populares de larga trayectoria jugando un rol secundario. Creemos que estas experiencias demuestran que subordinados a políticos profesionales que responden a distintos sectores dominantes, los movimientos populares siempre estaremos condenados a conformarnos con lo que hay. La tarea de la década es construir un proyecto emancipador propio, con la fuerza de los/as oprimidos/as y con el sueño de la Patria Grande.


Por esto mismo, como parte de los movimientos y organizaciones populares de Argentina que, aún sin presentarnos en estas elecciones, tenemos un proyecto de país y luchamos cotidianamente por su concreción, convocamos a participar del 1º Foro por un Proyecto Emancipador, a realizarse el 19 de noviembre, a pocos días de las elecciones, porque la construcción de un país por y para el pueblo no empieza ni termina el 23 de octubre


La próximas elecciones significarán el fin del relato del "gobierno débil" frente a la "derecha desestabilizante" o el "monopolio mediático". Ocho años significan una trayectoria considerable. Sin dejar de respetar a muchas organizaciones y militantes comprometidos que hoy tienen expectativas en el gobierno, sin dejar de estar dispuestos a defender lo conquistado por los sectores populares, debemos decir que no confiamos en la posibilidad que el gobierno tome un curso decididamente transformador. Por eso, los próximos cuatro años no nos encontrarán esperando, sino demandando, exigiendo, luchando y creando poder popular. Para que los derechos no sean un privilegio y para que una Argentina sin opresiones, digna, libre y soberana sea posible.


Frente Popular Darío Santillán - Juventud Rebelde 20 de Diciembre - Rebelión - Corriente Universitaria - Socialismo Libertario












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Actividad reciente:
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miércoles, 12 de octubre de 2011

[lecturayformacion] 14/10, Movilización x el Día de Acción por la Soberanía Alimentaria



Articulación continental de los Movimientos Sociales
hacia el ALBA -Capítulo argentino
16 de octubre – Día de Acción Global por la Soberanía Alimentaria
 Viernes 14 de Octubre 14:00 Hs. Movilizamos desde Plaza Congreso hasta el Obelisco

La actual intensificación de la crisis capitalista desnuda el cinismo de los pronósticos formulados apenas algunos meses atrás por los poderes mundiales respecto de la rápida recuperación de la economía mundial. Frente a la actual situación tanto en el Norte como en el Sur se pretende una vez más descargar el costo de la crisis sobre los sectores populares a través de renovados planes de ajuste, del ataque a los derechos sociolaborales de millones de trabajadoras y trabajadores y por medio de la implementación de políticas de recolonización en nuestro continente y en otras regiones del mundo. Esta realidad se expresa en los países de Nuestra América en la creciente mercantilización de los bienes comunes naturales promovida por la expansión de las llamadas industrias extractivas, en particular del agronegocio cuya expansión estimula los movimientos especulativos y contribuye al aumento del precio de los alimentos a nivel mundial y a la erosión de la soberanía alimentaria y popular, así como de nuestra cultura en la región. Esta avanzada extractivista es la responsable del incremento del hambre y la desnutrición que padecen más de mil millones de personas en el mundo. La pretensión de satisfacer la creciente demanda energética a partir de la producción de combustibles de origen vegetal no hace más que agudizar esta situación y contribuir al calentamiento global que pone en riesgo la vida en el planeta.

Por eso este viernes 14 de octubre en Argentina nos Movilizamos
a las 14.00 Hs.desde Plaza Congreso hasta el Obelisco

Adhesiones: jornadasoberania@gmail

Contactos:
   1540854432 (FPDS)
  1566465136 (MNCI)
  1560038677 (CTA)
1556109563 (MPR Quebracho)
1164167210 (Juventud Rebelde)
114428-9174 Pañuelos en Rebeldía
  1559364301 (CTD Anibal Veron)



La agricultura, el agua, la alimentación y nuestros bienes comunes naturales son hoy objetivo central del gran capital financiero. Mediante grandes inversiones se aceleran en nuestra región la concentración de la producción, el procesamiento y comercialización de productos agrícolas y se ha profundizado la dependencia frente a los agrotóxicos y otros insumos industriales. Las acciones de rechazo a esta situación protagonizadas por las organizaciones y movimientos sociales, campesinos e indígenas en Nuestra América están siendo crecientemente ocultadas, criminalizadas y perseguidas, a pesar de que es evidente que nuestros pueblos y nuestra Madre Tierra están en grave peligro.

Una vez más el 16 de octubre, Día de Acción Global por la Soberanía Alimentaria, las organizaciones que integramos el capítulo Argentina del ALBA de los Movimientos Sociales nos movilizaremos acompañando las acciones mundiales convocadas por la Vía Campesina Internacional para denunciar la situación señalada y para reivindicar el derecho de nuestros pueblos a la soberanía alimentaria y a la vida. Frente al debate sobre la propuesta de ley contra la extranjerización de la tierra en nuestro país señalamos la imperiosa necesidad de vincular esta cuestión al debate en torno a un modelo de producción agrícola sustentado prioritariamente en la defensa de la agricultura familiar y el autoconsumo y no en los intereses comerciales de los grandes pooles de siembra extranjeros y nacionales.

Convocamos a todas las organizaciones y movimientos sociales y populares del país a acompañar y fortalecer nuestros reclamos y a ratificar la necesidad de avanzar decididamente en la consolidación de la integración de los pueblos de Nuestra América en base a los principios encarnados por el ALBA y en pos del fortalecimiento de los procesos de consolidación de la democracia participativa y la soberanía popular en nuestra región. Luchamos contra la cultura de las semillas transgénicas y contra los procesos de concentración de la tierra. Denunciamos también el hostigamiento y la represión de nuestras comunidades indígenas y campesinas que resisten el avance del capital privado sobre nuestras tierras bajo el amparo y protección de las autoridades provinciales y locales. Nos movilizamos en defensa de Nuestra Madre tierra y por una reforma agraria integral, única solución efectiva para lograr el enfriamiento inmediato del planeta.
Por la defensa de la soberanía alimentaria y popular
 
Por la integración solidaria de los pueblos latinoamericanos
 
Contra la criminalización y represión de las resistencias populares
 
Solidaridad con los campesinos del Bajo Aguán y la resistencia Hondureña
 
Solidaridad con el movimiento campesino criminalizado en Colombia
 
Por una ley de tierras que priorice la agricultura familiar y el autoconsumo popular
 

Integramos la Articulación continental de los Movimientos Sociales hacia el ALBA Capítulo argentino

Central de trabajadores de la Argentina (CTA)
Movimiento Nacional Campesino e Indígena (MNCI)- Vía Campesina
Frente Popular Darío Santillán (FPDS)
Juventud Rebelde 20 de Diciembre
Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social (MULCS)
MPR-Quebracho
CTD Aníbal Verón
Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía
Grupo de estudios sobre América Latina y el Caribe (GEAL)
RedHer Argentina




lunes, 10 de octubre de 2011

[lecturayformacion] El Estado Nación - Genocidio

 

Les paso esta entrevista a Daiana Lenton. Por demas interesante.

 

"El Estado se construyó sobre un genocidio"

Integrante de la Red de Investigaciones en Genocidio y doctora en Antropología, Diana Lenton aporta pruebas del genocidio de los pueblos originarios. Campos de concentración, asesinatos masivos, fusilamientos y niños robados. Roca, el papel del Estado, la sociedad y los intelectuales.
 
 
 
 Por Darío Aranda
–¿Por qué afirma que el Estado argentino se funda sobre un genocidio?
–El Estado moderno constituye una forma de entender las relaciones entre Estado y sociedad, y construye todo un modo político de accionar, una normativa, instituciones que se fundan en el mismo momento que se realiza el genocidio. Y no lo relacionamos sólo porque es contemporáneo al genocidio sino porque esa estructura de Estado requirió que no hubiera más diversidad interna en el Estado. Se anulan los tratados con los indígenas, el Estado se garantizó que no iban a interferir en la constitución de ese Estado. Es lo que se llama genocidio constituyente, son genocidios que dan origen a un Estado.
 
–Existen sectores que aún niegan que haya sido un genocidio. ¿Qué pruebas dan cuenta de que sí lo fue?
–Las ciencias sociales no tienen un concepto analítico acabado. Desde el campo jurídico internacional sí, lo provee Naciones Unidades en 1948 para juzgar los crímenes del nazismo. Esa definición habla de distintos elementos. Es genocidio cuando se puede establecer la intencionalidad de destruir a un pueblo. Otra característica es impedir la reproducción de ese grupo y también el robo de niños, cuando son secuestrados y entregados a familias de grupos dominantes, y se les reemplaza los nombres, porque así se atenta contra la continuidad de ese pueblo porque se le roba la memoria.
 
–¿Qué hechos concretos hubo?
–Matanza de población civil. Algunos tienen la imagen de batallas al estilo romántico de un ejército contra otro. La característica de la campaña de Roca es que está principalmente dirigida a la población civil. Las memorias del comandante Prado dicen claramente que el ataque a las tolderías es para caerles encima a las mujeres y niños que quedaron cuando los hombres no estaban. Estaba planificado así para llevarse el botín, sobre todo el ganado, y las familias porque ésa era la operación que iba a llevar a los indios a rendirse. Son operaciones contra la población civil, donde mueren mujeres y niños, o eran enviados como mano de obra esclava para el trabajo doméstico urbano o para la agroindustria, caña de azúcar y viñedos. También se cumplen otros elementos de genocidio, el someter a la población a condiciones que acarreen daño en su subsistencia, que pueda provocar enfermedad o muerte, y eso implicaron los traslados de la población sometida a campos de concentración.
 
–Ustedes dan cuenta de que el diario La Nación lo llamó crímenes de lesa humanidad.
–Mitre decía que lo que hacía Rudecindo Roca, hermano de Julio Argentino, eran crímenes de lesa humanidad porque se fusilaban prisioneros desarmados y se tomaban prisioneros a mujeres y niños. Para un sector del espectro político no era lo correcto, incluso Mitre, que no era nene de pecho, que tuvo responsabilidad en la guerra del Paraguay con episodios espantosos, sin embargo estaba asombrado, no criticaba que se hiciera la Campaña, sí cuestiona que un gobierno estuviera minando su propia legitimidad al desoír lo que eran avances de la civilización.
 
–También hubo campos de concentración.
–Hubo campos de concentración en Valcheta, Martín García, Chichinales, Rincón del Medio, Malargüe, entre otros. Son todos lugares donde se encierran a las personas prisioneras sin destino fijo. La autoridad militar era la dueña de la vida y muerte de ellos. La idea era de depósito porque iban a ser distribuidos. Eran prisioneros y esclavos. Se recibían pedidos de Tucumán, ingenios, de Misiones, estancias. Llegaban como familias y se los separaba. Hay pruebas de la violencia, cartas entre curas y arzobispos. Había muerte por las condiciones a las que estaban sometidos, ahí está también el genocidio. Y también había suicidios por el trauma social al que estaban sometidos. Los padres sabían que les quitaban a sus hijos, lo veían y decidían matarse. O mujeres que se tiraban al agua con sus hijos. En Valcheta hay documentos donde se describe que no se les daba alimentos y morían de hambre.
 
–¿Qué documentos existen?
–Existe mucha documentación oficial para discutir la historia impuesta. Los archivos oficiales, Archivo General de la Nación, la Armada, los archivos de las provincias. Y archivos privados de personas, de militares que han escrito cartas. También documentos de la Iglesia: de ahí surgen datos de cientos de chicos destinados a Jujuy y Tucumán. Quedan claras las edades de servicio doméstico, chicos desde los 2 o 3 años y hasta los 8. Los adultos que eran destinados al cañaveral y morían con sus familias, eso también es parte del genocidio.
 
–¿Hay cifras?
–El Poder Ejecutivo decía para 1879 que se habían trasladado 10 mil prisioneros de lo que era la frontera, se estaba recién en la zona norte de Patagonia, para trabajar hacia el Norte y Mendoza, industrias, servicios doméstico y Martín García. Para 1883, un informe oficial ya dice que son 20 mil. En el Chaco son cifras mucho mayores.
 
–¿Por qué la campaña militar al Norte no es tan conocida?
–No ha habido una manera sistemática de presentar la historia y menos la historia de los pueblos indígenas. Nos han legado imágenes, hemos aprendido que el Estado o territorio actual se completa con Roca, y él estuvo en el Sur.
 
–Suele justificarse la violencia con que "hay que situarse en la época", como si fueran normales esas campañas militares.
–Algunos senadores como Aristóbulo del Valle, quizá la voz más clara contra la Campaña, preguntaban cuáles habían sido los resultados de la campaña al Sur y se decía que esos territorios no están incorporados al trabajo. Era el momento que se estaba rifando territorio, como dijeron en esa época observadores militares, no era para los pioneros ni para los agricultores, como se había prometido, sino para latifundistas. Aristóbulo del Valle denunciaba que el hombre había sido esclavizado, la mujer prostituida, los niños utilizados para el trabajo esclavo. No había, decía, ni avance económico ni cívico. Incluso hubo oposición de sectores de las elites.
 
–Igual se realiza.
–Se hace y es un fracaso desde el punto de vista militar. Hacia 1884 lo que consigue el general Victorica, que estaba al frente como ministro de Guerra, es derrotar a los principales jefes, pero no consigue ocupar el territorio. Eso recién pasará hacia 1911. No consigue ocupar porque el Chaco estaba mucho más densamente poblado por pueblos indígenas y con una variedad de pueblos, de lenguas y culturas distintas.
 
–¿Fue igual de cruenta que la del Sur?
–Sí, no sólo fue igual sino que esa operativa de secuestrar chicos, atacar mujeres, se extendió hasta avanzado el siglo XX; aun hoy todas las comunidades tienen recuerdos de los chicos robados por el Ejército.
 
–¿Cifras?
–No las tenemos, estamos trabajando, pero las víctimas superan ampliamente las cifras de la Patagonia. Y hay otros sectores del país donde tampoco se sabe mucho.
 
–¿Por ejemplo?
–Cuyo y la Puna. Estamos comenzando a trabajar lo que fue la Campaña a la Puna, que se conoció como Campaña al Susques, que se da por terminada en 1874, con la batalla de Quera. Aparentemente lo que más hubo fueron fusilamientos masivos que acabaron con la resistencia, lo que se llamó la Pacificación de la Puna, fusilamientos masivos durante 1874 y 1875.
 
–En Cuyo hubo campos de concentración...
–Sí, por la campaña al sur de Mendoza y norte de Neuquén, donde tomaron gran cantidad de familias prisioneras, que fueron utilizadas en la industrias de la vendimia en lo que hoy es Malargüe. La persona que más sabe es Diego Escolar, que vive allá, tiene muy documentado y cuantificado no sólo los prisioneros sino también la cantidad de chicos que eran enviados solos a la vendimia para trabajar para siempre, no iban y venían.
 
–¿Roca es sólo un símbolo o el responsable?
–Roca fue responsable del genocidio. Tuvo posibilidades de otro tipo de política. Hay pruebas de que él se informó con un enviado de su confianza en Estados Unidos para ver cómo funcionaban las reservas. Y estudió también a los franceses en Argelia. Decidió el modelo francés porque decía que el modelo de reservas era muy costoso. Hubo campañas militares anteriores, pero la de Roca fue la más sistemática y que tuvo un objetivo más declaradamente genocida. Hay declaraciones de Roca sobre destruir hasta el último indígena. Su discurso de asunción de la presidencia festeja que no cruza un solo indio la pampa.
 
–Es conocida la postura de los intelectuales de la derecha sobre Roca y los pueblos originarios. ¿Y la mirada de los intelectuales de izquierda o progresistas?
–Hay cierto progresismo que se construyó sobre el paradigma que dio lugar al genocidio y a una noción de la Argentina sin indígenas. A gran parte de los intelectuales no les importan los pueblos originarios. Se ha construido una idea de progresismo que puede ignorar a los pueblos originarios como si no existieran y tenemos una izquierda que ha ignorado las luchas indígenas, por eso todo es mucho más difícil.
 
–¿Por qué el genocidio sigue pareciendo algo sólo de la dictadura y no también algo que afectó a los pueblos originarios?
–Porque cuesta a gran parte de los argentinos considerar la historia de los pueblos indígenas como parte de la historia argentina. Tiene directa relación con asumir si es algo que les pasó y pasa a los argentinos o les pasó y pasa a otros.
 
–El juez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, le agrega el factor de la clase social afectada.
–Sin duda tiene que ver la clase social víctima, pero sobre todo hay una mirada racista dentro de lo que es el sentido común argentino. La sociedad argentina es racista respecto de los pueblos originarios. Se piensa que lo que sucede con otras personas no es tan importante, por eso hay dolores que no nos conmueven y otros que sí. Para mucha gente un campo de concentración se define como tal cuando ahí adentro hay gente que se parece a mí, si no, no es un campo de concentración.
 
–¿De ahí la negación del genocidio?
–Tenemos un paradigma donde la palabra "genocidio" se puede aplicar cuando a mí me importa, cuando mi grupo de pertenencia es el afectado. Y la mayor parte de la intelectualidad, de la gente que construye teoría y construye consenso social en estas situaciones, compartimos un sistema cultural de pertenencia. Hasta tanto no podamos siquiera entender el dolor de los otros y sentirlo como el propio, no hay interculturalidad posible. No hay forma de dialogar.
 
–¿Interpreta continuidades de las campañas militares a fines del siglo XIX y la situación actual de muerte por desnutrición en Chaco, Misiones y Salta, o por represión en Formosa?
–Los pueblos originarios son víctimas de un genocidio que aún no terminó. Por eso como Red hablamos de que en la Argentina existe un proceso genocida de los pueblos indígenas porque no le podemos encontrar la fecha de finalización. No sólo el Estado se construye sobre un genocidio sino que también nuestro marco de pensamiento se construye sobre el genocidio, de tal manera que no hemos salido aún de él. El genocidio realizado por el nazismo tiene fecha de finalización. El fin de la guerra, el suicidio de Hitler, los tribunales de Nuremberg. El genocidio de la dictadura tuvo una Conadep, juicios. El genocidio indígena no tiene fecha de finalización y no hay juicios.
 
–No existió un "Nunca más" para los pueblos originarios.
–No hubo fecha de finalización. No hay ni hubo una instancia de reparación. ¿Cuál sería la instancia autorizada si queremos hacer juicios? Porque el Estado es el mismo Estado genocida. La única manera para poder realizar algo similar a los juicios de la dictadura es que también esté integrado por pueblos originarios.
 
–¿Lo cree posible?
–Hoy en día hay un movimiento importante de pueblos originarios que no había hace diez años, y en algún momento se va a dar. No puede ser la misma sociedad genocida la que lleve la acusación; lo que sí puede hacer la misma sociedad genocida es movilizar la posibilidad de generar un cambio interno.
 
–¿Por qué "sociedad genocida"?
–Porque hay procesos que se siguen produciendo. Si bien hay una apertura muy importante para la inclusión de los derechos específicos de los pueblos indígenas dentro de los derechos humanos, la actitud del Estado hoy en día no es la misma que se tenía hace diez años, hay un cambio positivo. Pero cuando esos derechos reconocidos de los pueblos originarios confrontan contra intereses económicos, ya sea del Estado o de particulares, siempre se atenta contra los pueblos originarios.
 
–¿Por ejemplo?
–El Estado sustenta buena parte de su modelo en actividades como la soja, el petróleo y la minería, entonces el derecho indígena se cae. El mismo Estado que habilita a los pueblos originarios a hacer determinados reclamos por otro lado los hace callar con la violencia que sea necesaria cuando está en juego una actividad económica que el Gobierno impulsa.
 
–¿Cómo se entiende esa contradicción?
–Por eso digo que la sociedad no terminó aún de ser genocida con los pueblos originarios. Porque frente a estos dos parámetros en conflicto automáticamente le da la razón al paradigma económico.
 
–¿La sociedad o el Gobierno?
–Van uno con el otro, es un ida y vuelta. El paradigma económico es el que se constituyó junto con el Estado y hoy se desarrolla la continuidad de ese paradigma. Si bien hay espacios de apertura interesantes, cuando confrontan paradigmas el que sale ganador es el paradigma racista, donde tenés derecho a decir lo que quieras, pero si tenés petróleo en tu comunidad el organismo que decide no es el INAI, el Inadi, ni una oficina de interculturalidad, sino la Secretaría de Energía. Y punto, no hay discusión posible.
 
–Es la economía...
–Cuando lo que está en juego son intereses económicos, siempre se atenta contra los derechos indígenas, con leyes que debieran respetarse.
 
–Las campañas militares tuvieron una matriz económica, una decisión política y una complicidad o al menos una indiferencia de la sociedad. ¿Observa paralelos?
–Es muy similar. ¿Cómo se definió el avance económico a fines del siglo XIX? Se decidió por la apertura de nuevos terrenos para la explotación intensiva junto con nuevas tecnologías que tenían que ver con el manejo de la ganadería, alambrados, nuevas técnicas que acompañaban la inclusión de territorios para el mercado exportador. Y ahora estamos viviendo lo mismo, la soja es exactamente eso. La nueva tecnología y la incorporación de nuevos territorios que antes estaban libres, donde había comunidades que podían vivir.
 
–El petróleo y la minería repiten la misma lógica.
–Lo están padeciendo, entre otros, los mapuches en zona de meseta. Cuando las comunidades se habían establecido en la meseta, ese lugar no era objetivo de explotación; ahora sí. Hoy sufren un acoso tremendo e ilegítimo de parte de mineras y petroleras.
 
–Hay un argumento legitimador que se repite: el progreso.
–Sí, hoy es el desarrollo, como una utopía de la sociedad occidental, pero el problema es que se establecen como si fueran características que pudieran tener sólo la sociedad occidental y los otros no, y que además son a costa del vivir de los otros. El problema de este concepto de desarrollo o progreso, hoy encarnada en la política económica extractiva, es que se les da una entidad más importante que la vida y la dignidad humanas. El desarrollo es importante, pero, ¿es tan importante como para avalar que el avance petrolero, minero y sojero ocasione contaminación y muerte? Y, no es casual, siempre ese "progreso" es a costa del "otro", nunca es a costa del grupo de pertenencia dominante.
 
–Usted afirma que el genocidio aún no tiene fecha de finalización, mientras los pueblos originarios se organizan y luchan.
–Sin dudas, hoy han ganado visibilidad como nunca antes y tiene directa relación con la organización y los conflictos que enfrentan en los territorios. Por eso siento mucho respeto por los dirigentes e intelectuales indígenas, sé que hay diferencias como en cualquier espectro político, pero tengo un gran respeto porque tienen que tener mucha decisión y coraje, ya que están haciendo un trabajo de concientización, de educación política a todo el resto de la sociedad. Ser dirigente indígena sigue siendo profesión de riesgo, sobre todo en algunos provincias, porque es muy probable que vayas preso o te maten por defender el territorio. Nunca hay que olvidar que son pueblos que sufrieron un genocidio, pero se mantienen vivos.
 
 

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Actividad reciente:
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miércoles, 5 de octubre de 2011

[lecturayformacion] Rv: {La Agustín Tosco} IMP: Convocatoria Dia mundial de la soberania alimentaria - Invitacion reunion



 
 
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Articulación continental de los Movimientos Sociales hacia el ALBA - Capítulo argentino
 
16 de octubre – Día de Acción Global por la Soberanía Alimentaria
 
 Viernes 14 de Octubre 14:00 Hs. Movilizamos
 
Desde la Articulación Continental de los Movimientos Sociales hacia el ALBA Capítulo Argentino convocamos a una reunión organizativa de la jornada del 16 de octubre por la Soberanía Alimentaria. La misma se realizará el próximo viernes 7 a las 17:00 Hs. en la sede de la Constituyente Social, ubicada en Chacabuco y Estados Unidos.
 
La actual intensificación de la crisis capitalista desnuda el cinismo de los pronósticos formulados apenas algunos meses atrás por los poderes mundiales respecto a la rápida recuperación de la economía mundial. Frente a la actual situación tanto en el Norte como en el Sur se pretende una vez más descargar el costo de la crisis sobre los sectores populares a través de renovados planes de ajuste y del ataque a los derechos sociolaborales de millones de trabajadoras y trabajadores y por medio de una creciente mercantilización de la vida. Esta realidad se expresa en los países de Nuestra América en la creciente explotación de los bienes comunes promovida por la expansión de las llamadas industrias extractivas, en particular del agronegocio cuya expansión estimula los movimientos especulativos y contribuye al aumento del precio de los alimentos a nivel mundial y a la erosión de la soberanía alimentaria y popular, como nuestra cultura en la región. Esta situación es la responsable del incremento del hambre y la desnutrición que padecen más de mil millones de personas en el mundo. La pretensión de satisfacer la creciente demanda energética a partir de la producción de combustibles de origen vegetal no hace más que agudizar esta situación y contribuir al calentamiento global que pone en riesgo la vida en el planeta.
La agricultura, el agua, la alimentación y nuestros bienes naturales son hoy objetivo central del gran capital financiero. Mediante grandes inversiones se aceleran en nuestra región la concentración de la producción, el procesamiento y comercialización de productos agrícolas y se ha profundizado la dependencia frente a los agrotóxicos y otros insumos industriales. Las acciones de rechazo a esta situación protagonizadas por las organizaciones y movimientos sociales, campesinos e indígenas en Nuestra América están siendo crecientemente ocultadas, criminalizadas y perseguidas, Nuestros pueblos y nuestra Madre Tierra están en grave peligro.
Una vez más el 16 de octubre, Día de Acción Global por la Soberanía Alimentaria las organizaciones que integramos el capítulo Argentina del ALBA de los Movimientos Sociales nos movilizaremos acompañando las acciones mundiales convocadas por la Vía Campesina Internacional para denunciar la situación señalada y para reivindicar el derecho de nuestros pueblos a la soberanía alimentaria y a la vida. Frente al debate sobre la propuesta de ley contra la extranjerización de la tierra en nuestro país señalamos la imperiosa necesidad de vincular esta cuestión al debate en torno a un modelo de producción agrícola sustentado prioritariamente en la defensa de la agricultura familiar y el autoconsumo y no en los intereses comerciales de los grandes pooles de siembra extranjeros y nacionales.
Convocamos a todas las organizaciones y movimientos sociales y populares del país a acompañar y fortalecer nuestros reclamos y a ratificar la necesidad de avanzar decididamente en la consolidación de la integración de los pueblos de Nuestra América en base a los principios encarnados por el ALBA y en pos del fortalecimiento de los procesos de consolidación de la democracia popular y la soberanía popular en nuestra región. Luchamos contra la cultura de las semillas transgénicas y contra los procesos de concentración de la tierra. Denunciamos también el hostigamiento y la represión de nuestras comunidades indígenas y campesinas que resisten el avance del capital privado sobre nuestras tierras bajo el amparo y protección de las autoridades provinciales y locales. Nos movilizamos en defensa de Nuestra Madre tierra y por una reforma agraria integral, única solución efectiva para lograr el enfriamiento inmediato del planeta.
 
Por la defensa de la soberanía alimentaria y popular
 
Por la integración solidaria de los pueblos latinoamericanos
 
Contra la criminalización y represión de las resistencias populares
 
Solidaridad con los campesinos del Bajo Aguán y la resistencia Hondureña
 
Solidaridad con el movimiento campesino criminalizado en Colombia
 
Por una ley de tierras que priorice la agricultura familiar y el autoconsumo popular
 
 
Central de trabajadores de la Argentina (CTA)
 
Movimiento Nacional Campesino e Indígena (MNCI)
 
Frente Popular Darío Santillán (FPDS)
 
Juventud Rebelde 20 de Diciembre
 
Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social (MULCS)
 
MPR-Quebracho
 
Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía
 
Grupo de estudios sobre América Latina y el Caribe
 
 
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