Beatriz Morrone especial para Aluvión PopularCesáreas con capuchas, inyecciones para inhibir la lactancia, desnudas en sus camas, con los ojos vendados, atadas de pies y manos.
El nacimiento del hijo anunciaba su muerte.
Durante la última dictadura militar en Argentina funcionaron al menos tres maternidades clandestinas en Campo de Mayo: la Prisión Militar de Encausados, El Campito y el Hospital Militar de Campo de Mayo. Más de 500 niños nacidos en cautiverio.
La cantidad de secuestros de niños y de jóvenes embarazadas, el funcionamiento de maternidades clandestinas (…) la existencia de listas de familias de militares en "espera" de un nacimiento en esos centros clandestinos y las declaraciones de los mismos militares demuestran la existencia de un plan preconcebido no sólo de secuestro de adultos sino también un plan sistemático de apropiación de niños.
[1]La violencia hacia las mujeres fue planificada. Esto tenía, según el discurso de los dictadores, una doble finalidad: "disciplinar y corregir". Dentro del "proceso de reorganización nacional", la mujer debía ser madre, ocupando dentro de la familia un lugar protagónico: procrear y educar a sus hijos e hijas. Sólo sabiendo esto, podremos entender la lógica usada por estos asesinos
[2]Refiriéndose al estudio realizado por Sabina Regueiro sobre "Maternidades Clandestinas de Campo de Mayo: tramas burocráticas en al administración de los nacimientos", Tarducci dice: además de la indignación ante la magnitud del crimen, lo primero es lo inimaginable de una situación de infinita soledad e indefensión que acompañaba a esas mujeres al momento de parir, tan lejos de las visiones románticas de la maternidad a las que nos tiene acostumbradas tanta hipocresía mediática. Por otro lado, el tema del robo de niños por el estado terrorista argentino, condensa con brutalidad ……. la profunda ideologización que atraviesa la temática de la maternidad y por extensión la de la familia. Los mismos sectores católicos y conservadores, defensores a ultranza de la familia, que reivindican los lazos de sangre como fundantes del parentesco, son los que se apropian de niños y los crían como propios, confiando en las virtudes de la crianza en vez de los lazos biológicos. Extraña paradoja
[3]Sabina Regueiro describe el proceso de deshumanización de las mujeres no sólo a partir de concepciones políticas específicas, sino también de órdenes y rutinas burocráticas, que promueven una especie de "ceguera moral", traduciéndose en la disposición de la vida y de la muerte de las detenidas – desaparecidas y sus hijos. A su vez, se consideran las representaciones en torno a la condición de madres "desnaturalizadas" y "malas madres" de las militantes políticas secuestradas, despojándolas de su derecho a la maternidad y legitimando la apropiación de sus hijos por personas vinculadas al aparato represivo
[4]"El cura iba a dar la bendición", una monja y una enfermera aseguraron que el vicario de la diócesis de San Miguel, Federico Gogala, entraba a la sala donde estaban las detenidas embarazadas de Campo de Mayo. El sacerdote ingresaba mucho a ver a las mujeres y también los médicos. El sacerdote es el que en la actualidad es el monseñor del hospital, monseñor Gogala. [5] Luisa Yolanda Arroche, una partera que trabajó desde 1962 hasta 1987, en el Hospital Militar de Campo de Mayo relató, "una noche trajeron al hospital a un chico de unos 6 años, que durmió conmigo en el cuarto donde yo lo hacía cuando estaba de guardia. A la semana siguiente, cuando volví a la guardia, ese nene ya no estaba. También mencionó haber visto a un bebé de pocos meses en brazos de una de las monjas del hospital. Y también a un nene de pocos años junto a ella, pero que no volvió a saber nada de ninguno de los dos niños"
[6]En el legajo de la CONADEP Nº 7317, la historia de
Rosa Luján Taranto da cuenta de su secuestro y alojamiento en el Campo Clandestino de Detención "El Vesubio", al momento de la desaparición se encontraba embarazada de siete meses, pariendo en cautiverio a una niña. Según las sobrevivientes que conversaron con Rosa en "El Vesubio", durante su estadía en el Hospital Militar Campo de Mayo, HMCM, la atendieron monjas
[7] Por debajo de su capucha Rosa divisaba el hábito de la monja.
El dato sobre la presencia de monjas en la maternidad clandestina de Campo de Mayo es confirmado por una de las ex obstetras del hospital, Yolanda Arroche, quien declaró ante la Justicia que las monjas se encargaban del cuidado de los niños nacidos en cautiverio.
[8]Las monjas registraban en un cuaderno que estaba en el depósito del sector, "área restringida", en la que se alojaban a las detenidas-desaparecidas embarazadas, haciendo referencia a ellas como NN.
[9]Rosarios y rezos
Las monjas cumplían en el HMCM, la función de provisión de ropa, pero también espirituales según relatos de la causa de Rosa Taranto. Se menciona que una de ellas se acerco a una detenida desaparecida quién le pidió sollozando que rezara por ella, se acercó, y le dio su rosario Le dijo que iba a rezar por todos ellos"
Abuelas de Plaza de Mayo han descubierto varios testimonios que señalan a los sacerdotes como cómplices directos del robo de los hijos de desaparecidos y presos políticos argentinos y están investigando el rol de los religiosos en la "distribución" de los niños: la última nieta que recuperó su identidad nació en Campo de Mayo y fue entregada a la pareja que la crió a través del
Movimiento Familiar Cristiano, una fundación de laicos que actuaba como "mediadora" de familias adoptantes.
La condena a reclusión perpetua al ex capellán de la policía bonaerense Christian von Wernich convirtió en certeza jurídica las afirmaciones sobre la participación directa de miembros de la Iglesia en delitos de lesa humanidad como secuestros, torturas y asesinatos. Además, volvió a dejar en evidencia la complicidad de la jerarquía eclesiástica con la última dictadura militar.
[10] Sobre las mujeres y la maternidad una doble finalidad, disciplinar y corregir.
La trama macabra de expropiación de la vida, y el destino de las mujeres se perpetúa en las acciones de los mismos grupos de poder, militares, médicos, civiles cómplices, bendecidos por la jerarquía eclesiástica.
Los discursos pro-natalistas de hospitales, justicia, iglesia y medios de comunicación que sacralizan la maternidad y estigmatizan a quienes no quieren serlo, o no se comportan como "debe ser una madre", contrastan notablemente con la falta de apoyo a las mujeres que son madres y no cuentan con las mínimas condiciones para ejercer su difícil tarea dignamente.
[11]La maternidad como enclave de sentido en la vida de las mujeres, permite hacer sobre ellas lo que el poder hegemónico requiere para mantener el orden social. Naturalizar su destino, anteponiendo la vida del hijo, que es lo único que debe ser resguardado.
En ese punto las biografías de Ana Maria Acevedo (ver Informe Especial en Aluvión Popular) y de las detenidas-desaparecidas, que pasaron por la Maternidades Clandestinas, resurgen y se asemejan.
La maternidad y el valor asignado a las mujeres en la reproducción, que es objeto de disputas y manipulaciones, debe ser politizado.
Entendiendo que "politizar" significa usar el lugar culturalmente asignado y aceptado para cambiar "no sólo el sentido de ese lugar sino el sentido mismo de lo que se instaura en él"
[12]Bibliografia citada en el informe
[1] Abuelas de Plaza de Mayo "Historia de las Abuelas "
[2] Gomez, Liliana "A las protagonistas del '76 " Secretaria Igualdad de Genero y Oportunidades CTERA , marzo 2008
[3] Tarducci, Monica "Maternidades del Siglo XXI "Espacio Editorial Buenos Aires 2008
[4] Regueiro Sabina "Maternidades Clandestinas de Campo de Mayo: trama burocrática en al administración de los nacimientos" Capitulo 4 en Maternidades del Siglo XXI páginas 87 a 135 Espacio Editorial Buenos Aires 2008
[5] Ginzberg , Victoria "Secuestro de Bebes en la Maternidad Clandestina de Campo de Mayo" Pagina 12 Buenos Aires 14 de octubre de 2007
[6] Ginzberg , Victoria "Nacer y desaparecer en el infierno" Pagina 12 Buenos Aires 27 de abril de 2008
[8] Bruschstein, Luis. "El plan para apropiarse de los chicos", artículo publicado en Página/12 el 10 de junio de 1998.
[9] Regueiro Sabina,"Tramas burocráticas clandestinas y oficiales: el doble status de Bianco" en Maternidades Clandestinas de Campo de Mayo: trama burocrática en al administración de los nacimientos" Capitulo 4 pág. 104 Maternidades del Siglo XXI Espacio Editorial Buenos Aires 2008
10] Ginzberg , Victoria "Argentina: identifican a cura cómplice en el robo de bebés desaparecidos" 15 de octubre de 2007
[11] Tarducci, Monica "Maternidades del Siglo XXI "Espacio Editorial Buenos Aires 2008
[12] Ludmer, J. "Las tretas del débil" en González, P. E. Ortega,
La sartén por el mango, Puerto Rico, Huracán. (1985)
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